martes, 11 de junio de 2013

De lobishome a sacaúntos.

"Ello funciona en todas partes, bien sin parar, bien discontínuo. Ello respira, ello se calienta, ello come. Ello caga, ello besa. Qué error haber dicho el ello. En todas partes máquinas, y no metafóricamente: máquinas de máquinas, con sus acoplamientos, sus conexiones. Una máquina-órgano empalma con una máquina-fuente: una de ellas emite un flujo que la otra corta. El seno es una máquina que produce leche, y la boca, una máquina acoplada a aquella. La boca del anoréxico vacila entre una máquina de comer, una máquina anal, una máquina de hablar, una máquina de respirar (crisis de asma). De este modo, todos ; cada cual sus pequeñas máquinas. Una máquina-órgano para una máquina-energía, siempre flujos y cortes. [...] En todas partes, máquinas productoras o deseantes, las máquinas esquizofrénicas, toda la vida genérica: yo y no-yo, exterior e interior ya no quieren decir nada."
- El Anti-Edipo, de Gilles Deleuze y Felix Guattari.

Sacúdete un poco...Mira a la derecha...Mírate a los pies...Haz que crezcan, que crezcan hasta ocupar parte del suelo y así saber si no hay nadie. Haz que crezcan. Haz que vuelvan a su tamaño normal...Estás solo...
Camina, muévete, no temas, muévete, tardarás en deshacerte, la piel se regenerará al principio, al comienzo, los primeros minutos, las primeras horas, los primeros días. No temas el humo. El humo no te hará daño. Cuando lo aspires te estarás aspirando a ti mismo así que tu cuerpo te recuperará y te usará para regenerarse y así durarás más tiempo. Aspira cuanto puedas.
No temas a la punta. Si se acercan, tienes que mostrarles la punta. Afila, aprende a cortar. Sé como el telón en un escenario. Rápido, pero predecible. No lo hagas si no es necesario, tan sólo si se acercan o si aspiran el humo, pues si aspiran el humo entonces te habrán aspirado y ahora serán parte de ti y por tanto no sólo será lícito sino hasta obligatorio cerrarlos y luego devorarlos.
No permitas que la corrupción se extienda. Tú y sólo tú debes ser la suma de toda la enfermedad del mundo. Es tuyo. Propio. Te pertenece. Nadie puede quitártelo. Nadie debe quitártelo. La corrupción no se extiende, sino que elimina hasta que sólo queda ella.
Te es lícito también cerrar cuando tengas hambre. Pues si tienes hambre es que tu cuerpo ya no se va a regenerar más, y entonces debes acelerar su descomposición, y para acelerarla debes ponerlo en contacto con tantos cuerpos sanos como sea posible. En esta fase cualquier contacto sexual o afectivo es imposible, así que la única opción restante es la violenta. Además, la sexualidad o la amistad son sólo modos imperfectos de digestión.
No temas acechar. En caso de ser visto, te atacarán, y pondrán fin a tu descomposición. Esto no debe ser permitido. Para acelerar al máximo el proceso de descomposición, debes exponerte a riesgo única y exclusivamente para saciar tu hambre (Es decir, para acelerarlo), y siempre al mínimo riesgo posible.
Con el tiempo, empezarás a rezumar alquitrán, a exudar polvo de talco, a expirar gas mostaza, a escupir sangre menstrual. Esto es bueno: Significa que el proceso está llegando a su fin. En poco tiempo la descomposición se habrá terminado, y tu propósito se habrá acabado.
Antes de que se acabe, cuando de ti solo quede una masa viscosa de alquitrán sanguinolento, debes depredar a una última persona. Esta parte es difícil, pues habrás perdido casi toda facultad corporal; deberás tratar de atraparlo mediante trampas, gelatina, viscosidad, recovecos boscosos.
Una vez atrapado, debes introducirte en él. Aprovecha para ello cualquier orificio; el oral, el nasal, el auditivo, el anal. Ten paciencia; tardarás un rato, pero no debería haber resistencia, pues a estas alturas tu víctima ya debería estar muerta.
Una vez dentro, permítete un segundo de relajación antes de explotar.
Por supuesto, no debes explotar de forma literal. Dentro de tu víctima debes dejar todo aquello que te queda de compuesto; después, convertido en una masa desmasada, en un cuerpo sin cuerpo, en un odio sin objeto, en un rencor sin sujeto, en un mal sin esencia, en una corrupción sin corrupto. Debes dejar todo aquello que es, y ser todo lo que queda.
Sal del cuerpo. Expándete. Prueba. Gírate. Muévete. Obsérvate. Eres un total que no ocupa un todo. Un infinito con fronteras. Una muestra.
En un arranque de júbilo, en un estado de frenetismo y alegría que ningún ser puede experimentar, expándete.
Sé el odio universal. Sé la descomposición sin componer. Sé el mal sin palabra.
Sé feliz.

1 comentario:

  1. Espasmódicamente paradójico, la degradación reconstructora, Alucinante.El hueco del ser no siendo y a la inversa.

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