"Ello funciona en todas partes, bien sin parar, bien discontínuo. Ello
respira, ello se calienta, ello come. Ello caga, ello besa. Qué error
haber dicho el ello. En todas partes máquinas, y no metafóricamente:
máquinas de máquinas, con sus acoplamientos, sus conexiones. Una
máquina-órgano empalma con una máquina-fuente: una de ellas emite un
flujo que la otra corta. El seno es una máquina que produce leche, y la
boca, una máquina acoplada a aquella. La boca del anoréxico vacila entre
una máquina de comer, una máquina anal, una máquina de hablar, una
máquina de respirar (crisis de asma). De este modo, todos ; cada cual
sus pequeñas máquinas. Una máquina-órgano para una máquina-energía,
siempre flujos y cortes. [...] En todas partes, máquinas productoras o
deseantes, las máquinas esquizofrénicas, toda la vida genérica: yo y
no-yo, exterior e interior ya no quieren decir nada."
- El Anti-Edipo, de Gilles Deleuze y Felix Guattari.
Sacúdete
un poco...Mira a la derecha...Mírate a los pies...Haz que crezcan, que
crezcan hasta ocupar parte del suelo y así saber si no hay nadie. Haz
que crezcan. Haz que vuelvan a su tamaño normal...Estás solo...
Camina,
muévete, no temas, muévete, tardarás en deshacerte, la piel se
regenerará al principio, al comienzo, los primeros minutos, las primeras
horas, los primeros días. No temas el humo. El humo no te hará daño.
Cuando lo aspires te estarás aspirando a ti mismo así que tu cuerpo te
recuperará y te usará para regenerarse y así durarás más tiempo. Aspira
cuanto puedas.
No temas a la punta. Si se acercan, tienes que
mostrarles la punta. Afila, aprende a cortar. Sé como el telón en un
escenario. Rápido, pero predecible. No lo hagas si no es necesario, tan
sólo si se acercan o si aspiran el humo, pues si aspiran el humo
entonces te habrán aspirado y ahora serán parte de ti y por tanto no
sólo será lícito sino hasta obligatorio cerrarlos y luego devorarlos.
No
permitas que la corrupción se extienda. Tú y sólo tú debes ser la suma
de toda la enfermedad del mundo. Es tuyo. Propio. Te pertenece. Nadie
puede quitártelo. Nadie debe quitártelo. La corrupción no se extiende,
sino que elimina hasta que sólo queda ella.
Te es lícito también
cerrar cuando tengas hambre. Pues si tienes hambre es que tu cuerpo ya
no se va a regenerar más, y entonces debes acelerar su descomposición, y
para acelerarla debes ponerlo en contacto con tantos cuerpos sanos como
sea posible. En esta fase cualquier contacto sexual o afectivo es
imposible, así que la única opción restante es la violenta. Además, la
sexualidad o la amistad son sólo modos imperfectos de digestión.
No
temas acechar. En caso de ser visto, te atacarán, y pondrán fin a tu
descomposición. Esto no debe ser permitido. Para acelerar al máximo el
proceso de descomposición, debes exponerte a riesgo única y
exclusivamente para saciar tu hambre (Es decir, para acelerarlo), y
siempre al mínimo riesgo posible.
Con el tiempo, empezarás a rezumar
alquitrán, a exudar polvo de talco, a expirar gas mostaza, a escupir
sangre menstrual. Esto es bueno: Significa que el proceso está llegando a
su fin. En poco tiempo la descomposición se habrá terminado, y tu
propósito se habrá acabado.
Antes de que se acabe, cuando de ti solo
quede una masa viscosa de alquitrán sanguinolento, debes depredar a una
última persona. Esta parte es difícil, pues habrás perdido casi toda
facultad corporal; deberás tratar de atraparlo mediante trampas,
gelatina, viscosidad, recovecos boscosos.
Una vez atrapado, debes
introducirte en él. Aprovecha para ello cualquier orificio; el oral, el
nasal, el auditivo, el anal. Ten paciencia; tardarás un rato, pero no
debería haber resistencia, pues a estas alturas tu víctima ya debería
estar muerta.
Una vez dentro, permítete un segundo de relajación antes de explotar.
Por
supuesto, no debes explotar de forma literal. Dentro de tu víctima
debes dejar todo aquello que te queda de compuesto; después, convertido
en una masa desmasada, en un cuerpo sin cuerpo, en un odio sin objeto,
en un rencor sin sujeto, en un mal sin esencia, en una corrupción sin
corrupto. Debes dejar todo aquello que es, y ser todo lo que queda.
Sal
del cuerpo. Expándete. Prueba. Gírate. Muévete. Obsérvate. Eres un
total que no ocupa un todo. Un infinito con fronteras. Una muestra.
En un arranque de júbilo, en un estado de frenetismo y alegría que ningún ser puede experimentar, expándete.
Sé el odio universal. Sé la descomposición sin componer. Sé el mal sin palabra.
Sé feliz.
Espasmódicamente paradójico, la degradación reconstructora, Alucinante.El hueco del ser no siendo y a la inversa.
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